¿Por qué dormimos menos al hacernos mayores?
¿Por qué dormimos menos al hacernos mayores?
Dormir bien cada noche y alcanzar un descanso reparador es garantía de salud y calidad de vida. Mejora nuestro rendimiento, memoria, capacidad de concentración e, incluso, nuestro estado de ánimo. Durante la noche obtenemos la energía necesaria para realizar las tareas y quehaceres diarios. Los problemas del sueño pueden desencadenar una merma en la calidad de vida de la persona que la padece. Necesitamos un descanso adecuado para afrontar cada día en plenas condiciones. De hecho, los trastornos del sueño tienen consecuencias como fatiga, irritabilidad, cambios de humor, falta de concentración o disminución del rendimiento cognitivo, etc.
¿Cómo es el sueño en la tercera edad?
Aunque optar por colchones de calidad es una buena medida para garantizar el descanso necesario, hay que tener en cuenta que existen varios factores que provocan la pérdida del sueño en edades avanzadas. A medida que envejecemos, los patrones del sueño cambian.
Es habitual que las personas mayores tengan problemas de sueño, les cuesta dormirse y se despiertan varias veces durante la noche. Las horas de descanso necesarias varían en cada etapa vital, los bebés duermen entre 16 y 20 horas diarias, mientras que los adultos necesitan descansar unas 8 horas en bloque, algo especialmente complicado en edades avanzadas.
En la tercera edad pueden aparecer dolores causados por algunas enfermedades y patologías, cuadros de ansiedad o depresión, así como otros factores que favorecen la interrupción del sueño. ¿Qué causan esas alteraciones del sueño?
• Con la edad pueden surgir problemas y patologías crónicas que causan dolor y que pueden alterar la cantidad y calidad del sueño.
• Ante la aparición de problemas y enfermedades, los mayores suelen consumir más medicamentos. Algunos de ellos pueden desencadenar problemas para conciliar el sueño o para mantenerlo durante la noche.
• Trastornos del sueño. El insomnio es el más habitual, pero pueden aparecer otros problemas que perjudican la calidad del Descanso, como el síndrome de las piernas inquietas o la apnea del sueño.
• Malos hábitos. No tener una rutina a la hora de irse a la cama, intentando mantener los horarios de acostarse y levantarse, o dormir grandes siestas durante el día también pueden alterar el sueño nocturno.
Colchón viscoelástico: la mejor opción para las personas mayores
Aunque en un primer momento podemos pensar que los colchones firmes son la mejor solución para aliviar los dolores musculares y articulares que aparecen con la edad, lo cierto es que la adaptabilidad debe mantener cierto equilibrio. Por esta razón, el material más adecuado para los colchones de personas en la tercera edad son los lechos viscoelásticos. Esta alternativa se adapta al cuerpo, provocando una sensación envolvente muy agradable. Además, el peso se distribuye sobre el colchón de forma uniforme, minimizando el riesgo de aparición de úlceras y otros problemas de la piel por presión.
Ventajas del colchón Viscoelástico
• Es recomendable elegir un colchón transpirable, fabricado con tejidos frescos que permiten la circulación del aire y mantienen la humedad alejada. Esta cualidad permite regular de forma natural la temperatura corporal y reduce o elimina los problemas de sudoración y concentración de olores.
• Si buscas un colchón para el dolor lumbar porque padeces problemas de espalda, la mejor opción también será un lecho viscoelástico con cierto grado de firmeza. Al adaptarse al cuerpo, mantienen una correcta postura corporal y alivia las molestias propias de problemas como lumbalgias, hernias, escoliosis, etc. Además, se mantienen a lo largo del tiempo sin deformarse, lo que incrementa su durabilidad.
• Independencia de lechos. La composición de los colchones viscoelásticos elimina completamente los puntos de presión que ejerce el peso corporal, garantizando una postura saludable y menos interrupciones del sueño si dormimos con alguien que se mueve mucho.
• Hipoalergénicos. Se fabrican con tejidos sintéticos que favorecen el descanso de personas con problemas de alergias o afecciones respiratorias.