¿Cuándo tengo que renovar mi colchón?
¿Cuándo tengo que renovar mi colchón?
¿Sientes que no descansas lo suficiente? ¿Te sueles levantar con dolores de espalda y no sabes por qué? Quizá lo que te está ocurriendo tiene una explicación más sencilla de lo que crees. Dormir constantemente en un colchón es la causa, en la mayoría de los casos, de los dolores de espalda y de no descansar lo suficiente.
Los colchones, al igual que todo, se van desgastando con su uso. Es por ello que con el tiempo acaban perdiendo efectividad y perdiendo algunas de las propiedades que tenían. En este artículo analizamos cuáles son los principales indicios o las 7 señales que indican que tienes que renovar el colchón. Te lo explicamos, a continuación.
7 Señales que indican que tienes que renovar el colchón
1. La calidad de tu descanso
El primer indicio lo encontramos en la calidad del nuestro descanso. Como decíamos un poco más arriba, con el transcurrir de los años, tu colchón y los materiales que lo componen se desgastan de manera progresiva. Si llevas una temporada despertándote con las sensación de no haber dormido bien, e incluso con dolor de espalda, puede deberse a que es momento de cambiar de colchón.
2. Los años desde su compra
Éste es, sin ninguna duda, otro de los factores que nos pueden indicar que es necesario cambiar el colchón. Lo recomendable es renovarlo cada 8 o 10 años. Siempre y cuando este sea un colchón que se utiliza de manera periódica cada día. Con el paso del tiempo el colchón pierde sus propiedades y los materiales con los cuales está hecho acaban desgastándose. El desgaste de los materiales del colchón puede perjudicar nuestra calidad del sueño. Ahora bien, no todos los colchones tienen la misma duración. Los colchones más modernos suelen tener una vida útil superior.. Además de ello, ten en cuenta que la almohada debe renovarse cada 2 años para evitar dolores de cuello y columna y que la base de tu colchón también se desgasta con el paso del tiempo y puede acabar afectando a su estructura. Nuestro consejo es que el cambio del colchón vaya de la mano del cambio de base para una renovación total del sistema de descanso.
3. Roturas, hundimientos y abultamientos
Los colchones deformados son una de las principales causas, también, por las que nos resulta muy difícil conciliar el sueño y cuando lo hacemos no descansamos lo suficiente. Un colchón deformado es un colchón que ha perdido su firmeza para recuperar su posición original. A consecuencia de ello, cuando nos acostamos sobre él sentimos que este no se acopla a nuestro cuerpo, si no que más bien somos nosotros los que tenemos que buscar la postura más cómoda para lograr descansar. Sin duda, ésta es la pista más evidente de que ha llegado el momento de renovar el colchón. Si puedes apreciar roturas, hundimientos o abultamientos importantes, debes plantearte un cambio de manera inmediata.
4. Descansas mejor en otra cama
Es muy probable que, si sientes que descansas mejor en una cama que no es la tuya, el problema esté asociado a tu colchón. Siempre que sea posible, duerme sobre otra cama varios días y compara la calidad del sueño y cómo te despiertas. Si por la mañana te sientes mejor, nuestra recomendación es que le pongas solución renovando tu colchón.
5. Empeoramiento de alergias o asma
Con el paso de los años nuestro colchón es más propenso a acumular ácaros y alérgenos. Si tienes alergias o sufres de asma y sientes que tus síntomas empeoran con el paso del tiempo sin motivo aparente, es posible
6. El colchón huele mal
Dependiendo del material de los colchones y de la transpirabilidad que estos proporcionan, es posible que con el paso del tiempo los colchones acaben acumulando malos olores a causa del sudor. Lo más probable es que la humedad haya quedado atrapada en el interior del colchón, por este motivo se hace necesario cambiar de colchón por uno nuevo.
7. Hace ruidos
No todos los colchones hacen ruido, sin embargo, los colchones que están hechos con muelles puede que sí. La razón de ello es porque alguno de los muelles que tienen en el interior se han deteriorado oxidándose, por ejemplo, así que cada vez que nos tumbamos sobre él o cambiamos de postura escuchamos el crujir de un muelle. Esta es, también, una señal para cambiar de colchón ya que conforme pase el tiempo se deteriorarán más muelles y es posible que nuestra espalda se resienta.